Los mejores hábitos para tener una buena salud física y mental

La alimentación y el equilibrio físico y mental

Incorporar hábitos para fortalecer la salud física y mental será fundamental para gozar de una vida alegre y sana. La buena alimentación, el deporte, así como la recreación serán tres hábitos que permitirán conseguir este objetivo.

Ahora en la nutrición, aquella ciencia encargada en velar para nuestra buena alimentación, se habla de la comida emocional. Y es que la ciencia ha descubierto cómo ciertos alimentos influyen en nuestro estado anímico. Así, por ejemplo, las frutillas son excelentes para reducir el ácido úrico, al mismo tiempo que ayudan a disminuir el estrés y la ansiedad.

Las frutillas por su parte se encargan de darnos la dosis necesaria de vitamina C, que estimula a su vez nuestra sensación de placer. La avena, por su parte, gracias a las vitaminas y antioxidantes que contiene, es excelente para combatir el cansancio y los niveles bajos de energía.

Entre otros alimentos que nos ayudan a mantener nuestro equilibrio físico y mental, están la espinaca que por su alto contenido en hierro y vitamina C, así como en ácido fólico, es perfecta para mejorar nuestro estado de ánimo.

El pescado, en cambio, rico en ácidos grasos omega-3 es maravilloso para aliviar la depresión y la ansiedad. Mientras que las nueces, poseedoras de vitamina C, proteínas y selenio, nos ayudan a mantener la concentración y a fortalecer la memoria.

Actividades físicas y estado de animo

Así como la comida nos ayuda a mantenernos física y emocionalmente sanos, el ejercicio también contribuye de gran forma a ello. Hay estudios que confirman la relación directa entre la práctica de algún deporte con la mejoría del estado anímico. Y la verdad es que ejercitarse está al alcance de nuestras manos.

Si no contamos con dinero para pagar la inscripción en un gym o, peor aún, dinero para comprar máquinas de ejercicios y montarnos un gimnasio en casa, solo basta con ir al parque más cercano y caminar a buen ritmo o trotar por media hora todos los días para sentir los efectos renovadores que la actividad física nos provee.